La rosa espinada

La rosa espinada sangra a quien la toca.

Sabes una cosa, me tienes, pero has de saber que tal vez sólo por hoy porque puede que mañana me haya ido. Te aviso, aunque se que no me comprendes, no me entiendes.

No es que no te ame, y si me voy no significa que te olvidé, pues buenos momentos contigo pasé. Mientras no me tomes, no me abraces, no te clavarás mis espinas. Mientras no me beses, intenta no hacerlo, porque si me besas no podré pararte, y un hilo de sangre caerá sin avisarte.

Amor, no me esperes, jamás te lo pediré... Pero quizás vuelva a tí, porque tu me llamas sin saberlo, y yo, ni siquiera sin creerlo, querida " Atracción".

Y con estas palabras, concluyo mi texto de pasión.


Inma Arques