Se acuerdan de mí, a veces suena el teléfono mientras estoy en la ducha.
En ocasiones me llaman para cenar cuando estoy a punto de concluir un libro o terminar un texto.
Si no fuera el lunes a trabajar mi jefe correría alarmado paredes arriba, ¿sabéis qué ha pasado con Afrodita? ¿Estará enferma? ¿Le habrá tocado la Bonoloto?
También mis amigos y familiares viajan y me traen recuerdos, o exclaman divertidos que les vine a la memoria cuando vieron o escucharon algo. Me envían achuchones, pellizcos, besos ,abrazos, fotografías desde el extranjero.
Un hombre me dice frases ininteligibles desde una furgoneta, tú me comentas tus poemas.
Pero últimamente me miro al espejo y pienso que ojalá nunca llegue un día donde no me llamen, porque existiré sin existir, que es lo mismo que no hacerlo, y aunque la juventud se haya ido, aunque mis mohínes ya no tengan gracia, y carezca de lugar donde caerme muerta, que me llamen, que me llamen
Inma Arques
Me gusta... :-)
ResponderEliminarGracias perleta! ��
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